Ya tenemos en el mercado la nueva añada de Le bijou Rose 2018
Este es nuestro rosado élite, un vino especial, único. ¿Aún no has oído hablar de Le Bijou Rose? Aquí te contamos su elaboración.
Os presentamos un vino diferente en todos los sentidos. Y es que desde que recogemos la uva, 100% tempranillo, hasta que lo embotellamos, una a una selladas a mano, cuidamos cada detalle de este rosado único hecho al estilo provenzal.
Elaboración
Todas y cada una de las uvas utilizadas para Le Bijou Rose proceden de la parte más fría de nuestra finca más fresca, el Rosedal. Una vez localizada la zona, se procede al vendimiado nocturno a mano, realizado en el momento justo, cuando está madurando, pero sin que llegue a la maduración fenólica. El objetivo es sencillo, que no pierda ningún tipo de aroma a uva tempranillo. Esa misma noche en que se recogen las uvas procedemos a su traslado a bodega.
Una vez se encuentran en nuestras instalaciones, las metemos en la prensa y sin apenas apretarla se saca el mosto flor. Este quizás sea uno de los procesos más delicados, dada su importancia vital para que luego no tenga tonalidades rojas sino rosáceas. Todo esto hay que hacerlo muy rápido, en la misma noche que se recoge la uva. Una vez que se ha extraído el mosto flor, se clarifica para quitarle todas las impurezas y que quede cristalino. Seguidamente se aparta en el depósito donde va a fermentar de manera natural con levadura indígena.
Se le deja fermentar en depósitos muy pequeños donde se controla muy bien la temperatura, sin pasar de 12º como máximo, y allí se hace la mitad de la misma, hasta 1.050 de densidad. Después se trasiega, para airearle, y se aprovecha para pasarle a barrica de roble francés. Esa barrica apenas está tostada para que no le aporte sabores ni olores a madera. Tratamos de hacerle la fermentación en esa barrica para que vaya cogiendo un poco de grasa y de tanino a la par que se micro oxigena. Este es sin duda el proceso más peculiar de nuestro Le Bijou Rose.
Una vez que remata la fermentación en dicha barrica francesa, se procede a trasegar otra vez a depósito. Allí se deja que decante, siempre de manera natural, sacando ese depósito a la calle para aprovechar los fríos del invierno, pudiendo llegar en esta zona a los -10º. De esta forma no tenemos que utilizar maquinaria adicional para preservar el cuidado y evolución natural.
Ya decantado, se procede a clarificar. Intentamos siempre embotellarlo lo antes posible para mantener siempre la frescura de aromas que nos aporta la acidez del vino joven. Esta será la última parte de este delicado proceso. Las 664 botellas se cierran una a una, a mano, cuidando que el delicado tapón de cristal quede bien sellado, evitando así pérdidas u oxigenación.
La botella grabada, una pieza de colección, queda finalmente lista para ser introducida en su caja.